Canal de Garona con niña en sillita
Hola, esta semana santa de 2017, por fín nos hemos animado a hacer nuestro primer viaje cicloturista. Y escribo esto para compartir esta experiencia y que sirve de ayuda para aclarar las dudas que se puedan surgir a la hora de planear el viaje.
Somos una pareja. con una niña de 6 años, que todavía no tiene la soltura en la bici como para hacer una ruta de estas dimensiones, y por eso la llevamos en una sillita de marca hamax, que además de la sujeción suya al cuadro, se apoyaba en el portabultos de la bicicleta.
Para preparar el viaje hemos utilizado la "Guía de bicimap: Canal du Midi y canal de Garone", en donde vienen mapas detallados de la ruta, alojamientos posibles y pueblos a visitar. Yo eché en falta que no se especificaran parque infantiles, ya que en nuestro caso, era un factor importante para planificar los descansos.
Nosotros compramos un par de alforjas de la marca Vaude, impermeables, y también llevábamos una mochila nornal encima, sujetada con pulpos. Además en la otra bicicleta, llevábamos una cesta delantera, que nos venía muy bien para llevar pequeñas cosas, chaquetas. otra mochila pequeña de avituallamiento...
Así que toda la ropa iba en una de las bicicletas y en la otra llevábamos a la niña, que ya pesa 20 kg. Metí toda la ropa en bolsas de plastico transparentes, de las de congelación , no tanto por si se mojaban, ya que las alorjas son inpermeables, sino porque después es más fácil de organizar la ropa a la hora de meterla y sacarla de las alforjas.
La planificación de los hoteles era de una media de 35 km por día, aunque después siempre fueron un poco más porque ahí no contamos con la entrada a los pueblos. Reservé los hoteles a través de una página web con la posibilidad de anularlos hasta el día antes de reserva sin cancelación. Y todo, porque como íbamos a viajar en abril, si el tiempo era lluvioso, no lo haríamos. Pero al final, resultó que hizo muy buen tiempo, fresco por las mañanas y calor a mediodía, como para ir en manga corta.
Salimos en coche de Extremadura un sábado por la mañana y aprovechamos para hacer noche en Irún, en casa de unos amigos. Y el domingo seguimos hasta La Réole, donde dejamos el coche aparcado en la estación de tren, ya que este sería nuestro destino final. Los billetes de tren los había comprado por internet con una semana de antelación a través de la página francesa https://es.voyages-sncf.com/es/, justo esa semana habían añadido un apartado para poder comprar el billete de la bici, ya que hasta entonces no se podía hacer en esa página. Las bicicletas pagan 10 euros en determinados trenes, y es que tampoco hay mucho sitio para bicicletas, unas 4 o 5 en cada tren. Los billetes los reservamos online y cuando cruzamo la fronteracon Francia, en Hendaya, recogimos los billetes físicos en la taquilla de la estación de tren. Nosotros fuimos desde la Réole hasta Montaubán en tren con transbordo en marmande. Al día siguiente empezaríamos nuestra ruta en Montauban.
Tras desayunar unos croissants y dar una vuelta en bici por la ciudad, salimos en busca del camino que va al lado del Canal de Montech, cerca de la Estación de tren. El camino es de tierra, y coincidió que lo estaban arreglando por algún lado, pero la verdades que estaba muy bien. Las obras finalizarán en junio de 2017. Son unos 11 km de canal hasta llegar a Montech, donde va a dar al canal de Garona. Es muy bonito, y nos llamó la atención un barco que navegaba por el canal, y el perro que pertenecía al barco iba corriendo por el camino siguiendo al barco, para hacer ejercicio.
Casi llegando a Montech, a la izquierda hay una especie de laguito con unas mesas de madera, donde hicimos una parada para jugar a las cartas. Aunque ya habíamos hecho varias para
hacer fotos, y para bajar a la niña y que fuera corriendo un poco por el camino, y así estiraba las piernas.
En Montech , junto al canal, hay un parque infantil, de obligada parada cuando viajas con niños, y una zona de merendero. Despues de jugar un rato, dimos una vuelta con la bici por el pueblo y continuamos ya por el canal de Garona. Montech es famoso por su "pente d'eau", una forma de que los barcos se salten cinco esclusas seguidas, una especie de ascensor para barcos.
El camino está muy bien indicado con flechas verdes.
Aprovechamos para comer en una hamburgusería en Castelsarrasin, ya al final del pueblo. Por la tarde seguimos con las bicis, y llegamos a un sitio que es de los que más nos gustó en el viaje, al puente-canal Cacor, a unos dos km de Moissac. El canal pasa por encima del río Tarn, mediante un puente, Y si hay suerte, se puede ver pasar un barco por el canal, como si flotara.
Nosotros aprovechamos para descansar y meter los pies en el agua, aunque en teoría no está permitido bañarse, nosotros vimos a unos niños franceses bañándose.
Acabamos la jornada en Moissac, un pueblo pequeño y bonito, por donde pasa también el Camino de Santiago, con un total de 43 km ese día. Es famoso por el claustro de la Abadía, que nosotros visitamos al día siguiente, porque ya estaba cerrado a la hora que llegamos por la tarde.
Martes: Moissac a Castelculier
Dormimos en un hotel en plena plaza de Moisac que estaba muy bien. Dejamos las bicis allí y nos fuimos a visitar el claustro, en esta época no hay visitas guíadas, solo es en verano. La entrada nos salío más barata por estar haciendo el canal de Garona (4 euros). El claustro merece la pena visitarlo, y fijarse en la ornamentación de los capiteles. La iglesia también tiene un pórtico muy bello.
Volvimos al hotel para coger las bicis, y después de cargar las alforjas y la mochila, de nuevo en camino. Aunque l paisaje se parece mucho al día anterior, cada parte es un poco diferente, las hay que se ven los campos floridos a los lados, y otras que vas escoltado por una fila de árboles plataneros. Hay momentos en que el paisaje es todo verde, exceptuando la pista asfaltada y el cielo azul, porque hasta el agua del canal es de color verde.
Normalmente a los lados del camino no hay mucho sitio para parar, a no ser que haya un área de descanso, un cruce de puente, una esclusa, o un pueblo. De todos modos, nosotros hacíamos las paradas igual, apoyando las bicis en un árbol y sentándonos junto al canal.
Las esclusas también es un buen sitio para descansar o tomar algo de fruta, normalmente no hay nadie que atienda la esclusa, solo unas tres o cuatro casas de las esclusas en todo nuestro viaje, vimos que estaban aprovechadas como restaurante o bar. El resto parecían abandonadas o casas particulares, pero siempre es entretenido ver como pasan los barcos, como se va llenando la esclusa de agua... y explicarle el funcionamiento a nuestra hija. Ella llevaba un bolígrafo y un papel para ir apuntando las esclusas, los puentes y los barcos que iban pasando, una forma de que fuera entretenida y prestando atención al paisaje.
En casi todos los pueblos tienes casas con entramados de madera, muy bonitas. Nosotros teníamos planeado acercarnos a Auvillar, declarado "uno de los pueblos más bellos de Francia", pero nos pasamos del desvío del canal y decidimos no ir, porque añadía unos 9 km más al recorrido y con pendiente.
Paramos a comer en Valence, coincidiendo con un mercado en la plaza, donde compramos fruta y croissants, ¡como no!.
Cogimos unas pizzas, por poco, porque cerraban a las 13:30 y nos las llevamos al parque a comer. Así se desfogaba la niña jugando. En ese pueblo hay un lavadero antiguo.
Seguimos nuestra ruta y paramos en un área de descanso a merendar, y más tarde en un parque ya en Castelculier. Nuestro hotel estaba un poco a las afueras del pueblo, pero es que el pueblo creo que tampoco tenía mucho que ver, así que fuimos directamente al hotel. Yo creo que éramos los únicos huéspedes, porque estaban pintando el hotel por dentro y por fuera, con lo que salimos oliendo a pintura de allí. Si me hubieran avisado con anterioridad, hubiera reservado otro hotel. Una jornada en la que hicimos 41 km.
Miércoles: Castelculier a Bizet sur Baïse
A los pocos km de empezar la ruta, llegamos a Agen, una ciudad bastante grande y famosa por sus ciruelas. Estuvimos en un mercado que celebraban en una plaza. La niña estuvo jugando con otros niños en el parque y aprovechamos para comprar un queso. Dimos una vuelta por la ciudad para ver el casco histórico, tomamos un crêpe en una terraza y seguimos con la ruta. A la salida de Agen, hay otro puente-canal, para cruzar sobre el río Garona, tuvimos suerte y coincidimos que pasaba un barco por el puente-canal.
Más adelante nos salimos del canal para visitar el pueblo de Serignac Sur Garonne, muy pequeñito, pero con un ayuntamiento e iglesia interesantes. Paramos a comer en un área recreativa que hay junto al canal en ese pueblo, donde también habián dos barcos amarrados, de los que viven allí todo el año. Tenían un jardín preparado delante de la salida de los barcos. Lo único que estropeaba las vistas es que al otro lado del canal hay una fábrica no se de que, con edificios de hormigón enormes.
Seguimos el camino hasta Buzet Sur Baïse, donde hay un puerto náutico, con posibilidad de alquilar un barco, ya sea por horas, como días. Nosotros aprovechamos para tomar un helado, porque después nos esperaban cuatro km hasta un bed and breakfast situado en una colina, y nos tocó una subida bastante empinada, en la que niña apovechó para echarse una cabezadita. Fue el único día que se durmió sentada en la sillita. La verdad es que la subida mereció la pena, la casa estaba bien y la habitación en la que dormimos parecía la típica inglesa. De hecho, la dueña era inglesa. No servían cenas, pero nosotros aprovechamos la terraza en el jardín para cenar unos bocadillos que llevábamos. Sin duda, fue el día que hicimos más km, 50, y la subida al final, nos dejó un poco cansados. lo bueno, es que al día siguiente empezaríamos bajando.
Jueves: Buzet Sur Baïse a Marmande
Empezamos el día con un desayuno potente, que nos puso la dueña del alojamiento, y después cuatro km de bajada hasta retomar el canal en Buzet.
El camino está muy bonito, rodeado de los plataneros, y cuando va en curva se ven todos los árboles en línea, girando.
Nuestra primera parada fue en en el pueblo Damazan, muy pequeño, pero que es imprescindible visitar. Coincidió que en la plaza, bajo los soportales del ayuntamiento, había un mercado de productos agrícolas. En la plaza, cada casa tiene su encanto.En mi opinión, fue el pueblo más bonito de los que vimos.
En el canal frente al pueblo, hay un área recreativa con mesas, y con unas vistas del pueblo excelentes.
Seguimos la ruta, por el camino a la sombra, gracias a los árboles que hay a los lados. Paramos a comer en el pueblo le Mas D'Agenais. en un restaurante en la plaza del pueblo, frente a un gran soportal de madera, que debe servir para celebrar el
mercado. Nuevamente, a la hora de comre (las dos) ya no le quedaban varias opciones del menu, pero comimos una ensalada con carne muy rica y unos calamares. Dimos una vuelta con las bicis por el pueblo, donde se notaba que habían arreglado todo el suelo. Para acceder al pueblo hay una ligera subidita donde vimos un lavadero enorme.
Retomamos el camino otra vez, pasando por una zona preciosa, donde los árboles se reflejan en el canal, y da una sensación de calma. A lo largo de estos días nos hemos encontrado con poca gente que también hacía el canal, normalmente en sentido contrario.
Nosotros cada poco parábamos para hacer fotos o para jugar a las cartas. Tuvimos suerte porque tan sólo el segundo día nos hizo un poco de viento. El resto de días el clima fue perfecto, fresco por la mañana y con calor a mediodía.
Para llegar a Marmande, donde teníamos reservado el hotel tuvimos que desviarnos del canal unos 6 km, por un "carril bici" que en realidad era un arcén ancho al lado de la carretera. Dimos una vuelta por el pueblo, y encontramos un parque con diferentes zonas de juego junto el río. En total hicimos 43 km ese día
Viernes: Marmande a La Réole
Por la mañana tuvimos que deshacer los km por el arcén de la carretera hasta llegar al canal. Ya con un poco de pena, pensando que era nuestro último día de ruta. Paramos a ver el pueblo de Meilhan Sur Garonne, al que hay que acceder por una empìnada cuesta, pero gracias a eso, desde el mirador, tiene unas buenas vistas del canal y de un meandro del río garonne. A los pies del pueblo, junto al canal, hay una zona de descanso.
Seguimos nuestra ruta, pasando por Fontet, donde hay un área recreativa muy bien preparada, perfecta para hacer un picnic. Continuamos hasta La Rèole, ya por carretera, para ir a recuperar nuestro coche que habíamos dejado aparcado en la estación de tren durantes estos días. El resto fue desmontar alforjas, montar las bicis en el portabicis y de vuelta a España. En total 35 km en bici ese día. desde Marmande hasta la estación de tren.
Somos una pareja. con una niña de 6 años, que todavía no tiene la soltura en la bici como para hacer una ruta de estas dimensiones, y por eso la llevamos en una sillita de marca hamax, que además de la sujeción suya al cuadro, se apoyaba en el portabultos de la bicicleta.
Para preparar el viaje hemos utilizado la "Guía de bicimap: Canal du Midi y canal de Garone", en donde vienen mapas detallados de la ruta, alojamientos posibles y pueblos a visitar. Yo eché en falta que no se especificaran parque infantiles, ya que en nuestro caso, era un factor importante para planificar los descansos.
Nosotros compramos un par de alforjas de la marca Vaude, impermeables, y también llevábamos una mochila nornal encima, sujetada con pulpos. Además en la otra bicicleta, llevábamos una cesta delantera, que nos venía muy bien para llevar pequeñas cosas, chaquetas. otra mochila pequeña de avituallamiento...
Así que toda la ropa iba en una de las bicicletas y en la otra llevábamos a la niña, que ya pesa 20 kg. Metí toda la ropa en bolsas de plastico transparentes, de las de congelación , no tanto por si se mojaban, ya que las alorjas son inpermeables, sino porque después es más fácil de organizar la ropa a la hora de meterla y sacarla de las alforjas.
La planificación de los hoteles era de una media de 35 km por día, aunque después siempre fueron un poco más porque ahí no contamos con la entrada a los pueblos. Reservé los hoteles a través de una página web con la posibilidad de anularlos hasta el día antes de reserva sin cancelación. Y todo, porque como íbamos a viajar en abril, si el tiempo era lluvioso, no lo haríamos. Pero al final, resultó que hizo muy buen tiempo, fresco por las mañanas y calor a mediodía, como para ir en manga corta.
Salimos en coche de Extremadura un sábado por la mañana y aprovechamos para hacer noche en Irún, en casa de unos amigos. Y el domingo seguimos hasta La Réole, donde dejamos el coche aparcado en la estación de tren, ya que este sería nuestro destino final. Los billetes de tren los había comprado por internet con una semana de antelación a través de la página francesa https://es.voyages-sncf.com/es/, justo esa semana habían añadido un apartado para poder comprar el billete de la bici, ya que hasta entonces no se podía hacer en esa página. Las bicicletas pagan 10 euros en determinados trenes, y es que tampoco hay mucho sitio para bicicletas, unas 4 o 5 en cada tren. Los billetes los reservamos online y cuando cruzamo la fronteracon Francia, en Hendaya, recogimos los billetes físicos en la taquilla de la estación de tren. Nosotros fuimos desde la Réole hasta Montaubán en tren con transbordo en marmande. Al día siguiente empezaríamos nuestra ruta en Montauban.
Lunes: Montaubán a Moissac


En Montech , junto al canal, hay un parque infantil, de obligada parada cuando viajas con niños, y una zona de merendero. Despues de jugar un rato, dimos una vuelta con la bici por el pueblo y continuamos ya por el canal de Garona. Montech es famoso por su "pente d'eau", una forma de que los barcos se salten cinco esclusas seguidas, una especie de ascensor para barcos.

Aprovechamos para comer en una hamburgusería en Castelsarrasin, ya al final del pueblo. Por la tarde seguimos con las bicis, y llegamos a un sitio que es de los que más nos gustó en el viaje, al puente-canal Cacor, a unos dos km de Moissac. El canal pasa por encima del río Tarn, mediante un puente, Y si hay suerte, se puede ver pasar un barco por el canal, como si flotara.

Acabamos la jornada en Moissac, un pueblo pequeño y bonito, por donde pasa también el Camino de Santiago, con un total de 43 km ese día. Es famoso por el claustro de la Abadía, que nosotros visitamos al día siguiente, porque ya estaba cerrado a la hora que llegamos por la tarde.
Martes: Moissac a Castelculier
Dormimos en un hotel en plena plaza de Moisac que estaba muy bien. Dejamos las bicis allí y nos fuimos a visitar el claustro, en esta época no hay visitas guíadas, solo es en verano. La entrada nos salío más barata por estar haciendo el canal de Garona (4 euros). El claustro merece la pena visitarlo, y fijarse en la ornamentación de los capiteles. La iglesia también tiene un pórtico muy bello.
Volvimos al hotel para coger las bicis, y después de cargar las alforjas y la mochila, de nuevo en camino. Aunque l paisaje se parece mucho al día anterior, cada parte es un poco diferente, las hay que se ven los campos floridos a los lados, y otras que vas escoltado por una fila de árboles plataneros. Hay momentos en que el paisaje es todo verde, exceptuando la pista asfaltada y el cielo azul, porque hasta el agua del canal es de color verde.
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Valence |
Las esclusas también es un buen sitio para descansar o tomar algo de fruta, normalmente no hay nadie que atienda la esclusa, solo unas tres o cuatro casas de las esclusas en todo nuestro viaje, vimos que estaban aprovechadas como restaurante o bar. El resto parecían abandonadas o casas particulares, pero siempre es entretenido ver como pasan los barcos, como se va llenando la esclusa de agua... y explicarle el funcionamiento a nuestra hija. Ella llevaba un bolígrafo y un papel para ir apuntando las esclusas, los puentes y los barcos que iban pasando, una forma de que fuera entretenida y prestando atención al paisaje.
En casi todos los pueblos tienes casas con entramados de madera, muy bonitas. Nosotros teníamos planeado acercarnos a Auvillar, declarado "uno de los pueblos más bellos de Francia", pero nos pasamos del desvío del canal y decidimos no ir, porque añadía unos 9 km más al recorrido y con pendiente.
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Valence |
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Valence |
Cogimos unas pizzas, por poco, porque cerraban a las 13:30 y nos las llevamos al parque a comer. Así se desfogaba la niña jugando. En ese pueblo hay un lavadero antiguo.
Seguimos nuestra ruta y paramos en un área de descanso a merendar, y más tarde en un parque ya en Castelculier. Nuestro hotel estaba un poco a las afueras del pueblo, pero es que el pueblo creo que tampoco tenía mucho que ver, así que fuimos directamente al hotel. Yo creo que éramos los únicos huéspedes, porque estaban pintando el hotel por dentro y por fuera, con lo que salimos oliendo a pintura de allí. Si me hubieran avisado con anterioridad, hubiera reservado otro hotel. Una jornada en la que hicimos 41 km.
Miércoles: Castelculier a Bizet sur Baïse
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Puente -canal de Agen |
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Serignac Sru Garonne |
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Serignac Sur Garonne |
Seguimos el camino hasta Buzet Sur Baïse, donde hay un puerto náutico, con posibilidad de alquilar un barco, ya sea por horas, como días. Nosotros aprovechamos para tomar un helado, porque después nos esperaban cuatro km hasta un bed and breakfast situado en una colina, y nos tocó una subida bastante empinada, en la que niña apovechó para echarse una cabezadita. Fue el único día que se durmió sentada en la sillita. La verdad es que la subida mereció la pena, la casa estaba bien y la habitación en la que dormimos parecía la típica inglesa. De hecho, la dueña era inglesa. No servían cenas, pero nosotros aprovechamos la terraza en el jardín para cenar unos bocadillos que llevábamos. Sin duda, fue el día que hicimos más km, 50, y la subida al final, nos dejó un poco cansados. lo bueno, es que al día siguiente empezaríamos bajando.
Jueves: Buzet Sur Baïse a Marmande

El camino está muy bonito, rodeado de los plataneros, y cuando va en curva se ven todos los árboles en línea, girando.
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Vista de Damazan desde el canal |
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Damazan |
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Lavadero |
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Plaza Mas d'Agenais |
Retomamos el camino otra vez, pasando por una zona preciosa, donde los árboles se reflejan en el canal, y da una sensación de calma. A lo largo de estos días nos hemos encontrado con poca gente que también hacía el canal, normalmente en sentido contrario.
Nosotros cada poco parábamos para hacer fotos o para jugar a las cartas. Tuvimos suerte porque tan sólo el segundo día nos hizo un poco de viento. El resto de días el clima fue perfecto, fresco por la mañana y con calor a mediodía.
Para llegar a Marmande, donde teníamos reservado el hotel tuvimos que desviarnos del canal unos 6 km, por un "carril bici" que en realidad era un arcén ancho al lado de la carretera. Dimos una vuelta por el pueblo, y encontramos un parque con diferentes zonas de juego junto el río. En total hicimos 43 km ese día
Viernes: Marmande a La Réole

Seguimos nuestra ruta, pasando por Fontet, donde hay un área recreativa muy bien preparada, perfecta para hacer un picnic. Continuamos hasta La Rèole, ya por carretera, para ir a recuperar nuestro coche que habíamos dejado aparcado en la estación de tren durantes estos días. El resto fue desmontar alforjas, montar las bicis en el portabicis y de vuelta a España. En total 35 km en bici ese día. desde Marmande hasta la estación de tren.
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Llegada a La Réole y fin de la ruta |
Me ha encantado "cuñá". Vaya curro te has pegado.
ResponderBorrarEs un relato detallado y muy rico en detalles prácticos para los lectores que lo necesiten. Felicidades, blogger viajera, por este primer post. Puede ser muy útil para los amantes de los viajes en bici y con niños. Esperamos el próximo.
ResponderBorrarMuchas gracias, Jubileta. He oído hablar muy bien de tu blog y en cuanto tenga un momento le echaré un vistazo
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