La ecopista comienza en Monçao, en Portugal, esa parte está explicada en otra entrada de blog. Hoy vamos a hablar de la parte entre Valença y Caminha. La ruta son unos 26 km, casi todos por pista asfaltada.
Comenzamos la ruta junto al río, al lado de la Capilla Senhora da Cabeça de Valença. Se puede aparcar perfectamente el coche, hay dis restaurantes donde podemos tomar el café para iniciar la ruta o para comer a la vuelta. Es muy buen sitio para aparcar, porque desde ahí la ruta es llana, para llegar al centro del pueblo de Valença habría que subir, y ya se hace más duro para los niños.
Merece la pena visitar Valença do Minho, una ciudad fortificada llena de encanto, con bares y tiendas donde se venden las típicas toallas, sábanas y trapos portugueses.


La ruta tiene un panel informativo en su comienzo, con un mapa, está asfaltada por todo el camino, aunque alterna el color rojo y el amarillo del firme en diferentes tramos.


En el lado derecho del camino veremos el río Minho, diferentes zonas de baño, y a la izquierda campos cultivados de maiz, y otro tipo de vegeración.
Hay varias zonas picnic con mesas y bancos de madera a la sombra, a lo largo del recorrido. También hay algunas zonas en las que nos podemos dar un chapuzón en el río.
Gran parte del camino tiene sombra gracias a los árboles que lo flanquean.
Está considerada como una de las mejores vías verdes ciclistas en Europa y con razón, ya que está bien señalizada, muy llana y junto al río todo el recorrido.
A medio camino se pasa por Vila nova de Cerveira. Antes de llegar hay una especie de lago, con un restaurante con zonas de relax, y es un sitio bueno para hacer un descanso y tomar algo.
El camino sigue por la carretera un tramo, es un poco duro porque hay que subir un km por carretera y bajar otro poquito después, pero nos espera el pueblo de Vila Nova.
Vila Nova es pequeño y encantador, merece la pena visitarlo.

La ecopista como tal se acaba en Lanhelas, aunque sigue el recorrido sin problema
por caminos y unos 500 metros de carretera, hasta un par de km antes de llegar a Caminha que ahí hay que ir por el arcén de la carretera, que es amplio.
Se accede a Caminha por un puente, en el que es recomndable bajarse e ir andando por la estrecha acera.
Caminha es un pueblo muy pequeño pero con mucho encanto, tiene un barco que cruza hacia la Guardia, en España.
La única parte que veo un poco más peligrosa para los niños es llegando a Caminha, cuando hay que hacer un par de km por la carretera, y la parte antes de llegar a Vila Nova de Cerveira que hay una buena subida, el resto no tiene problema.
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